viernes, 25 de abril de 2014

Sociedad de Descalificados Anónimos



- Santiago, te noto inquieto. ¿Te pasa algo? Sabes que puedes contarlo, estamos aquí para aprender los unos de los otros.
- No sé, no me siento preparado.
- Cuéntanoslo Santiago, te sentirás mejor. No te vamos a juzgar por ello, todos estamos aquí de forma voluntaria. Lo que aquí nos cuentes aquí se quedará, bien sabes que puedes confiar en nosotros.
- He de confesaros algo.
'Lo siento, pero he vuelto a recaer. El pasado fin de semana. ¿Sabéis? Me puse nervioso, había fallado mucho. Me encontraba de bajón y no sé, pensé que sí, que ese era mi control, que no lo estaba haciendo tan mal, que podía seguir adelante sin tener que mirar la maldita descripción de control... Estaba tan cansado... No sé. Me he vuelto a descalificar. Ahora me siento fatal, creedme, no era mi intención... Yo no quería hacerlo, en serio, pero me sentí débil, necesitaba ir más rápido y estaba tan cansado... Me costaba diablos mover la muñeca para ver el número del control. Lo siento. Os he fallado. Llevaba más de un año limpio, vosotros lo sabéis, vosotros me conocéis de éstas reuniones, estaba casi rehabilitado... De verdad que lo siento.'

Que me perdone Santi por ponerle de ejemplo. Sino que levante la mano quién no se haya descalificado nunca.

 ¿Quién se ríe ahora, eh? 

Cosechamos lo que hemos plantado y cuidado con mimo toda esta temporada, no se puede decir que haya faltado el agua. Citando al ilustre poeta y mejor orientador Prieto del Campo:

El CEO pone a cada uno en su lugar.

Dejemos la cita reposar, dejémosla asentarse:


El CEO pone a cada uno en su lugar.



¿Y cuál es mi lugar? La verdad es que estaría de puta madre decir que en lo alto del pódium de los relevos, con Edu y Jose, porque el resultado ha sido bueno, pero, ese lugar, a ése lugar, ¿le importan los resultados? ¿Le importa el puesto que merecíamos? ¿Acaso le importa el calor que estás sufriendo, lo mal que has dormido? ¿O crees que le importa la vida de los otros, las decisiones que íbamos a tomar pero que no tomamos? 
  No.
 De verdad que no le importa si empecé la orientación hace un año o si llevo en esto desde el ochenta y nueve, no le importa que mis pasos sean pequeños o sean enormes y definitivamente tampoco le importa que sea español o sea ruso.



He encontrado mi sitio y está lejos de parecerse a lo que había imaginado. Mucho, muchísimo entrenamiento hace falta si queremos estar donde queremos estar. No puedes ser el Campeón de España si vas tan lento, si haces el tres mil tan lento, si no tienes lectura de mapa, si no sabes atacar la baliza, si no sabes cómo es el barro o la lluvia. Estar demasiado centrados en ganar ahora mismo nos hace olvidar el verdadero objetivo, convertirnos en mejores orientadores.



Aún estaré analizando mis fallos, pero ya sé por dónde mejorar.




Y ahora que no puedo hacer nada para no cometer los errores pasados, ahora que ya ha pasado el CEO, sé, al final, cuál es mi lugar.



Si vamos con este nivel al EYOC nos van a dar por todos lados.