lunes, 5 de junio de 2017

Genarse

Competencia de Runoway - El Carnoso Prosista parafraseaba a cierto psicólogo deportivo sobre el flow:

El flow sería el estado en el que las decisiones correctas surgen con rapidez, efectuando un mínimo esfuerzo en encontrarlas y ayudados por ciertos procesos que se ejecutan automáticamente, sin requerir demasiados recursos de nuestro sistema atencional.

Pero a pesar de que este sea un blog 'formalmente' de orientación, el concepto se puede extender a otros aspectos de la vida. Es aquí cuando Mihaly Csikszentmihalyi entra hablando del flow como el secreto de la felicidad. Y aquí conviene no mezclar las cosas, sentir el flow no es sentirte feliz, es sentirte interesado

¿Qué quiere decir esto?

El flow debe entenderse como un estado de éxtasis. Se trata de un estado mental de exaltación que hace que olvides la condición personal e incluso la condición de la tarea. 

Mihaly afirma que el sistema nervioso es capaz de procesar una cantidad de 110 bits de información por segundo. Este límite en la percepción es el responsable de que no puedas entender a dos personas hablándote a la vez. En un estado de exaltación cerebral la cantidad de información que debe procesar nuestro sistema nervioso es muy alta, haciendo que en muchas ocasiones se pierda conciencia de la condición personal y de la condición de la propia tarea.

 Uno puede pensar que en dicho estado está como flotando, pues en ese estado las necesidades corporales menos imperiosas carecen de importancia, que no has comido, que tenías sueño, que antes estabas cansado etcétera. La percepción temporal se distorsiona, y el tiempo pasa más deprisa.

Por otra parte Mihaly presenta la siguiente gráfica:


Para los que no manejan fluidamente el inglés, arousal es excitación, worry es preocupación, boredom aburrimiento y apathy apatía. En el eje horizontal se encuentran las habilidades, y en el eje vertical los retos, propósitos o dificultades. Mihaly cuenta que las líneas que determinan el esquema, y el punto central pueden variar de unas personas a otras, pero la relación entre las diferentes zonas de la gráfica permanecen inmutables.

El flow entonces surge cuando la habilidad es alta ante unas propósitos altos. Si en un nivel de dificultad alto bajamos el nivel de habilidad del individuo, nos encontraremos con las etapas de excitación, ansiedad y preocupación cuando la habilidad es baja pero la dificultad sigue siendo alta.

Si por el contrario la habilidad del individuo es alta pero la dificultad es algo más baja que en la zona de flow, nos encontramos en una zona de control. Si desde ahí vamos disminuyendo el nivel de habilidad que requiere un reto, pasaremos por las zonas de relajación, aburrimiento y por último apatía, cuando la dificultad es baja y las habilidades también lo son.

A partir de esta gráfica y una vez introducido correctamente el concepto de flow, resulta muy cómodo definir el concepto de gena, que viene a ser una ambivalencia de dos significados distintos.

La gena se puede definir como el estado apático. Las dificultades son bajas y las habilidades también. Uno entra en la gena y se le quitan las ganas de hacer nada. Estar asandote vuelta y vuelta en el sofá de la mansión fedoboy a 35ºC en calzoncillos jugando a la play es estar en la gena, por ejemplo. 

El otro significado de gena está más estrechamente ligado con el flow, y la cosa es que el estado de exaltación mental no puede ser mantenido indefinidamente, y se acaba. Cuando se es incapaz de alcanzar o mantener el estado de éxtasis en un momento en el que debería estar funcionando decimos que nos genamos. El caso más sencillo es cuando tienes algo en la cabeza que te impide realizar el resto de actividades con efectividad.

Una vez introducidos estos conceptos el paso obvio es aplicar las nociones de gena y de flow al análisis emocional fomentando los estados de éxtasis y erradicando los períodos apáticos para aumentar nuestra felicidad. Pero surgen varios problemas.

El primer problema surge de considerar el flow como algo meramente práctico. Uno puede experimentar el éxtasis creando, pero también consumiendo. Cuando ves una película que te gusta, cuando lees un libro que te atrapa, o cuando juega tu equipo deportivo son momentos en los que experimentas el estado de flow. También se puede estar interesado viendo las cosas desde la barrera, o involucrándote de otro modo. En el caso extremo estaría Biel Rafols, que afirma que los corredores de Zegama le hacen sentir mucho más de lo que él podría sentir

El segundo problema tiene que ver con la razón por la que hacemos las cosas. Hay personas que se refieren al estado de éxtasis como lo que le da sentido a su existencia, como lo que les hace 'sentirse vivos',y no es de extrañar que esta gente se refiera metafóricamente a esto como si fuera una droga. Porque en cierto modo es adictivo, y en cierto modo aunque a veces pueda ser contrario a la salud personal o a la felicidad, seguimos persiguiendo ese estado de éxtasis mental. 

Condicionar los estados de éxtasis a una única fuente, a un único camello como es el deporte, bloquea la capacidad de una persona de disfrutar de otras actividades. Y cuando no consigue la dosis de flow (con unos niveles de dificultad y habilidad apropiados) o cuando sale de su círculo cerrado, el individuo se siente muchas veces vacío e incompleto y se puede preguntar a sí mismo ¿Qué es la vida? sin encontrar una respuesta, buscando consuelo en memes, en videos de youtube y publicando mierda en un espacio personal. Que sin saber cómo expresarse ni cómo salir de esa situación de desarraigo se bloquee cuando alguien exponga su precariedad anímica y sólo le salga decir:

Que no estoy genado, tío.

No caigas en eso. Aprende a decirle que no al puto deporte. Gana cultura, pelis, libros, viajes, exposiciones, obras. Rodéate de personas que te valoren. Cuida de aquello que amas. 

Siente siente siente siente siente siente siente siente.

Tu vida es aquí y ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario